Una de las cuestiones que marcarán tu carrera profesional una vez has acabado el periodo de residencia MIR es decidir si quieres trabajar por cuenta ajena o por cuenta propia. Te explicamos lo que debes hacer y qué pasos debes seguir si quieres darte de alta como autónomo.
1. Tramitar el título de especialista
El primer paso de todos es tramitar el título de especialista que has conseguido al acabar la residencia. Puedes hacer el trámite online en la página del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Después de recibir la orden de concesión de tu título de especialista, deberás pagar las tasas mediante el formulario 059 y llevar este pago a la Subdelegación del Gobierno. Una vez el Ministerio publica la especialidad, ya puedes registrarla en tu Colegio de Médicos.
2. Escoger RETA o MEL
Antes de ejercer, debes escoger el régimen de previsión social. Todos los profesionales que comienzan a ejercer la actividad como autónomos se dan de alta, como norma general, el Régimen Espacial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. Ahora bien, como médico puedes optar a escoger el producto Médico de Ejercicio Libre (MEL) de Mutual Médica, la previsión de mutualidad social legalmente alternativa al RETA. Si no te inscribes a ninguna de las dos opciones, después de un mes la ley entenderá que estás inscrito al RETA. Por otro lado, si te das de alta al MEL, posteriormente podrás cambiar en cualquier otro momento en el RETA, pero hacerlo al revés no será posible. Ambos regímenes tienen diferentes características: puedes consultar más información en este artículo.
3. Darte de alta en Hacienda
Es obligatorio darte de alta como autónomo en la Agencia Tributaria antes de comenzar tu actividad. Para ello, debes presentar la declaración censal, que se complementa con los formularios modelo 036 (ordinario) o 037 (simplificado). En la declaración censal se indican tus datos personales, la actividad a la que te quieres dedicar, el lugar donde se sitúa la consulta donde ejercerás y los impuestos que deberás pagar. A la hora de declarar tu actividad deberás seleccionar alguno de los epígrafes del Impuesto sobre la Actividad Económica (IAE), a pesar de que seguramente estarás exento de pagarlo, ya que sólo se abona para facturaciones superiores a un millón de euros.
4. Darte de alta en el Ayuntamiento
Si quieres abrir tu propio centro o consulta, deberás pedir licencia de apertura al Ayuntamiento de la localidad donde esté ubicado este centro de trabajo. Los requisitos para la obtención de esta licencia varían en función de la calle de la localidad, la superficie del local, los servicios que ofrezcas, etc.
5. Darte de alta en Salud
Tienes que comunicar la apertura de tu negocio a la consejería de Salud, que otorga la autorización de funcionamiento de centros sanitarios y consultas médicas. El Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña tiene delegadas las funciones de tramitación de autorizaciones de determinadas consultas médicas. Por lo tanto, puedes dirigirte a tu colegio, donde te asesorarán y orientarán sobre este tema.
6. Otras obligaciones
Recuerda que, para ejercer la medicina y para responder ante cualquier incidencia del ejercicio médico, es obligatorio tener contratada una póliza de Responsabilidad Civil Profesional. Por otra parte, de la actividad de tu negocio se pueden derivar otras obligaciones que debes tener muy en cuenta, como la normativa sobre protección de datos o la normativa sobre residuos sanitarios. El Reglamento Europeo General de Protección de Datos determina qué hacer con los datos personales de tus pacientes, si eres el titular del fichero. En cuanto a los residuos sanitarios, se clasifican en cuatro grupos en función de su peligrosidad biológica. Es importante estar al día de estas y otras normativas cuando empiezas tu actividad como autónomo.
En Mediconsulting contamos con un amplio equipo de asesores expertos en materia fiscal, laboral, societaria y legal a tu disposición. Si necesitas asesoramiento, puedes rellenar este formulario y contactaremos contigo.